domingo, 27 de diciembre de 2009

EL NICHO

Debo confesar que hace unos meses, cuando subí por primera vez a la cumbre del Teleno, mis ojos apenas se apartaron del suelo. Subí escudriñando las rocas en busca de cualquier cosa que se pareciera a un petroglifo, pensaba que como mínimo encontraría cazoletas y con un poco de suerte algo que me sugiriese la huella de nuestros ancestros.
Pronto me di cuenta que las posibilidades eran escasas. La cuarcita es una roca demasiado dura para ser tallada con facilidad, los petroglifos suelen estar situados cerca de los espacios habitados y el sendero que nos conducía a la cumbre seguramente no coincidía con la ruta de ascensión prehistórica.
En esa época, el Teleno era venerado como un dios: " N0 cabe ninguna duda de que los Astures augustanos adoraron a un Marte Teleno, creyéndolo presidente de la montaña de este nombre, montaña que separa la Maragatería de la Cabrera, y suponiendo que en sus cimas, cubiertas de nieve y espesa bruma gran parte del año forjaba la deidad el trueno y el rayo, esparciendo por estas comarcas abundantes nieves y lluvias torrenciales. Y que según Estrabón, los Astures sacrificaban en su honor castrones o machos cabrios - cuya carne consideraban exquisita- y que a los peregrinos o extranjeros les cortaban las manos y los sacrificaban a la misma deidad" ( Matías Rodriguez, Historia de Astorga)
Un poco desilusionado, no comprendía que una montaña sagrada no conservase ningún vestigio de su culto ancestral.
Cuando por fin ascendimos el último repecho y accedimos a la gran meseta que corona su cumbre, levanté por fin mi mirada admirado de lo que allí había, ya que justo al final de la meseta y conincidiendo con la cumbre se encuentra un increíble amontonamiento de piedras que se prolonga a lo largo de mas de 200 mts por la cresta que divide las dos vertientes. Los habitantes de la sierra lo llaman "EL NICHO", y con este nombre tan revelador figura en el plano topográfico. La visión del conjunto es engañosa, y solo se comprende su grandiosidad cuando se esta en lo alto de la cima.
El Teleno es una vieja montaña que ha estado sometida a la erosión de los glaciares y la acumulación de nieve en sus cumbres hasta el Cuaternario, sus formas son onduladas y con escasos crestones de roca en las cumbres, por eso llama poderosamente la atención tal amontonamiento de grandes piedras, precisamente en su cima y a todas luces producto de la acción humana.

En la cumbre de muchas montañas hay piedras sueltas producto de la erosión, pero aquí hay ciertos detalles que hacen pensar que esas piedras fueron después amontonadas formando grandes montículos (túmulos?), incluso tapando los afloramientos naturales como el que sobresale en la parte derecha de la fotografía anterior.
El montículo más alto (la cumbre, lógicamente) posee varios accesos para llegar a sus casi 15 mts de altura: un pequeño sendero entre el caos de rocas utilizado en la actualidad por los visitantes, un muro artificial construido en la zona Este que trataremos posteriormente, y una rampa que asciende en diagonal, resultado de la colocación de rocas de tamaño considerable como soporte de lo que antaño fue un sendero ( en la foto siguiente, sobre las flechas).

En las siguientes fotos se puede advertir también que la rampa está comunicada con un espacio semicircular, conseguido con la colocación vertical de grandes lajas que sujetan las piedras superiores. Bajo estas lajas parece que se hizo un vaciado de piedras hasta la base del túmulo, colocando estas en el suelo de forma circular.


La estructura resultante (aunque bastante colapsada) forma un espacio circular en la base, del que sale una rampa hacia la cumbre. En la parte izquierda sobre el horizonte, se distingue también el muro antes aludido y es en esta zona donde abundan lo que parecen ser restos de cimientos circulares y rectangulares.
En las fotos siguientes, diversos tramos del muro en la zona Este, realizado con piedra sin ningún tipo de argamasa (piedra seca).


Como se puede ver, el muro está construido sobre la franja de piedras amontonadas de la zona Este, tiene una longitud aproximada de 50 mts. de largo y una media de 1,170 de alto X 1,20 de ancho.
Hay que descartar una función defensiva de toda la estructura, pues solo habría que bordearla para no toparse con ella. Por otra parte, al estar en la misma cresta de la cima, las bajísimas temperaturas durante la mayor parte del año impiden cualquier tipo de poblamiento estable.
Solo encuentro dos motivos por los que alguien pudo realizar este tipo de obra: por motivos espirituales-religiosos o por codicia.
Son muchos los que piensan que la codicia por el oro impulsó a los romanos a levantar este muro artificial, comunicando otros amontonamientos de la cima para crear una elevación que facilitase la acumulación de nieve, un nevero artificial que proporcionaría en primavera un poco más de agua a los depósitos mineros situados ladera abajo.
Aunque desde el punto de vista de la minería esta teoría puede explicar el origen del muro, los cientos de miles de toneladas de piedras que forman el túmulo central (la cima) y los que se prolongan de Este a Oeste deben tener otra función. El esfuerzo necesario para amontonar tal cantidad de rocas a casi 2200 mts de altitud, solo por acumular un poco más de agua no parece compensar.
Una simple acequia colocada ladera abajo podría acumular en el deshielo mucha más agua que la generada por la nieve de la cima. Además, no se observan en las otras cimas de la montaña (el Sanguiñal etc) construcciones similares, ni siquiera pequeños muros.
Es difícil digerir que el imperio romano, tan respetuoso con las divinidades de los pueblos conquistados, tuviera la tan poco diplomática idea de modificar la cima de una montaña sagrada, profanando un dios al que ellos mismos habían asimilado, provocando el descontento de los súbditos de Tileno solo para almacenar un poco más de agua. Y que este "experimento" solo se realice precisamente en la cumbre, despreciando multitud de collados y otras zonas favorables.

Por ultimo, destacar que en la meseta que bordea la cumbre se observan multitud de piedras colocadas de forma circular distribuidas sin un orden aparente, y mas abundantes en la zona Este donde está el muro antes descrito. Bajo este muro se aprecian también dos estructuras rectangulares, con los muros mas altos que las circulares que los rodean y con un espacio de entrada. Muchos de los círculos de piedra tienen un hoyo central, de manera que las piedras que lo rodean parecen ser más producto de una excavación que restos o cimientos de viviendas



Lo primero que pensé es que eran refugios y majadas de pastores, pero los habitantes de Molinaferrera, Filiel, Boisan etc me aseguran que el ganado no dormía nunca en la cima, ya que allí no hay pastos suficientes. Algunos pastores me han confesado haber subido a la cumbre con las cabras: "de mozo y un ratito, pero solo por la satisfacción de conducir el ganado cerca del Nicho, y por la curiosidad de ver lo que había al otro lado, y por supuesto nunca me quedaba a dormir allí".
En Filiel ( el pueblo mas cercano a la cumbre) el ganado pernoctaba en La Sartaina o La Veiga grande, parajes a menor altura en los que todavía se conservan los chozos donde dormían pastores y rebaño. Cuenta con gracia un pastor que cuando se volvía a dormir en ellos después del largo invierno " la pulgas estaban rabiosas y las primeras noches te sacaban a hombros como a los toreros"
He oído algunos testimonios del hallazgo de huesos en estos espacios circulares, pero en la mayor parte de los pueblos de la sierra no confirman esta cuestión. Sin embargo si coinciden en que el nombre de "El Nicho" se debe a que allí puede haber tumbas, y que los círculos de piedras serían en realidad hoyos de saqueo de las mismas y que " no sabemos lo que encontraban en cada hoyo, pero les compensaba el esfuerzo por que esta toda la Chana plagado de ellos".
Este expolio tuvo que ser perpetrado hace muchos siglos, porque a pesar de su envergadura, no hay ninguna noticia o leyenda en la comarca de que alguien haya buscado o encontrado ningún tesoro en la cima.



No es descabellado pensar que nuestros ancestros (quizás desde el Megalitismo) adorasen a la montaña mas imponente de su territorio, y que aprovechando las erosionadas piedras de su cima erigiesen uno o varios túmulos como resultado de muchos siglos de culto y ofrendas.
Más adelante los pueblos astures siguieron adorando a Tileno, ofreciendo en su honor hecatombes con machos cabríos e incluso seres humanos. Es lógico pensar que un dios tan poderoso y al que se le rinde tanta pleitesía tenga un altar como se merece y es difícil imaginar un lugar mas propicio para las grandes ofrendas que la propia cima.
Es muy probable que algunos líderes, sacerdotes, grandes guerreros, hombres buenos, muchos héroes y mártires mereciesen el honor de descansar cerca de la cumbre. Estos personajes ilustres serían enterrados con un rico ajuar, que tiempo mas tarde despertó la codicia de los expoliadores, lo que podría explicar la abundancia de círculos de piedras.
Si esto fuese cierto, nos encontraríamos ante una necrópolis prehistórica, en la cima de una montaña sagrada, y presidida por un monumento digno del dios Teleno.
Solo por esta posibilidad merece la pena un estudio arqueológico que determine la naturaleza de estos vestigios, que a pesar de la sensación de espacio sagrado y grandiosidad que producen al visitante, no han merecido un solo estudio de ningún experto.
Mientras tanto, el dios de la guerra y el trueno quizá nos observe desde su trono en la cima, retorciendo su barba con la misma ira que el Moisés de Miguel Ángel, atónito ante nuestra indiferencia.

Saludos cordiales. Desde el Olimpo Astur, les habló Juan Carlos Campos.

lunes, 21 de diciembre de 2009

El informe sobre los petroglifos revela que son únicos en el mundo


Los más conocidos, los de Peñafadiel, datan de hace 5.000 años y poseen motivos decorativos nunca antes vistos, según los expertos encargados de estudiarlos

23/12/2009 Emilio Gancedo |Diario de León

"Los petroglifos maragatos, aunque están «emparentados» con los gallegos y usan parecidos motivos y representaciones, responden a una «concepción diferente» de esa similar religiosidad. Los más conocidos de entre ellos, los descubiertos en febrero del año pasado en el lugar conocido como Peñafadiel, en Lucillo, han sorprendido a los expertos encargados de su estudio revelando, tras su limpieza, motivos nunca antes vistos y nuevos laberintos que permanecían ocultos.

Esas son algunas de las conclusiones del informe que ayer hicieron público los profesores de la Universidad de León Ana Neira y Federico Bernaldo de Quirós, encargados de un amplio estudio que ha costado a la Junta 18.000 euros y para el que han contado con la colaboración de Fernando Carrera, Natalia Cortón e Iria Sinde, de la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Galicia, y de Julia Armesto, ingeniera de la Universidad de Vigo.

Ana Neira explicó, al detalle, los procedimientos técnicos empleados para la limpieza y estudio de tres yacimientos en concreto: los de Peñafadiel en Lucillo, los de Peñafurada en Andiñuela, y los de Peñamartín en Chana de Somoza. Tras limpiarlos cuidadosamente de forma manual, se empleó un escáner-láser en tres dimensiones con el fin de obtener una «microtopografía» que permite un «conocimiento a nivel de milímetros» de estas representaciones, explicó Neira. También se realizaron varios calcos con diferentes técnicas.

Y así, el equipo de investigadores se encontró, en el caso de Peñafadiel, con que su limpieza reveló la existencia de nuevos motivos, como una cruz de brazos iguales, un surco que desemboca en un haz de líneas y una especie de hoja de los que no hay precedentes. Ana Neira también explicó que la primera de estas rocas presenta «tres laberintos grandes, con cavidades redondas o cazoletas », de los que se piensa que primero se hicieron los laberintos y luego las cazoletas. En la segunda roca, son más motivos, «y más complejos» los que aparecen, con dos laberintos (que en este caso no se hicieron primero), cazoletas con reborde, un posible tercer laberinto no vislumbrado anteriormente, pequeños canales y los citados surco y cruz. Estos petroglifos datan de finales del Calcolítico e inicios de la Edad del Bronce, entre el tercero y el segundo milenio antes de Cristo.

En Peñamartín, el equipo se encontró con cruces, herraduras y puntos (y un grafitti que dice Dionisio , un vecino de Chana de Somoza que aún vive), datadas ya en época histórica.

En cuanto a los petroglifos de Peñafurada, en Andiñuela, que ya eran conocidos pero que no habían sido estudiados, Neira se refirió a su «delicado estado», por haber sido tallados en esquistos muy finos, requiriendo sólo de una limpieza somera. Allí hay cazoletas, cubetas de las que parten canales, un gran rebaje en plena roca... que habrían sido hechos en época prehistórica, mientras que los sugerentes motivos cruciformes que casi parecen humanos serían intentos de «cristianizar», ya en nuestra era, ese lugar de culto del mundo calcolítico.

Por tanto, Ana Neira, que compareció ayer junto a Federico Bernaldo de Quirós; el delegado de la Junta en León, Eduardo Fernández, y los alcaldes de los municipios afectados, significó la importancia de los petroglifos leoneses señalando que «sólo en Peñafadiel hay tantos laberintos como en toda Galicia», mientras Fernández comprometía «todo el apoyo de la Junta» a seguir estudiando estos hallazgos."


Para celebrar las buenas noticias y de paso poder felicitaros las fiestas a todos, pues individualmente me es imposible, os dejo estas fotos de Campo Lameiro ( allí si que pueden presumir).


FELIZ NAVIDAD A TODOS !!


miércoles, 2 de diciembre de 2009

EXPOLIO EN LIBRÁN

Expolian la cueva rupestre de Librán.

Hace mas de 4000 años alguien pintó una figura representando al sol. Nunca imaginó que después de los siglos, un perturbado arrancase con un escoplo la roca que lo albergaba.

Si no me equivoco, este era el soliforme. Ya no lucirá mas