domingo, 4 de enero de 2015

COSAS DEL DEMONIO



En algún lugar de Maragatería localicé hace tiempo una roca rectangular de cuarcita, con una inscripción grabada a cincel con la leyenda   "SUELTA  LAS ALMAS EN EL NOMBRE DE JESÚS. SATANÁS"
Las letras están escritas en mayúscula, con una caligrafía aceptable para el tipo de soporte cuarcítico. La ortografía también es correcta con la colocación de la "m" antes de la "b". Pensé que esta regla ortográfica nos llevaría a la época actual, pero ya aparece reflejada en la Gramática de Antonio de Nebrija en el s XV. En todo caso no parece la obra de un pastor de hace varios siglos, sino de alguien con cierta cultura y a la vez temeroso de los enemigos de Dios.





Debemos hacer el esfuerzo de ponernos el la piel de la persona que grabó esa oración  en una época muy distinta a la nuestra, en unos tiempos en los que seguía vigente la creencia popular de que existe un modo de comunicación con las fuerzas protectoras, de tal manera que un simple mortal puede llamar la atención de santos benefactores o incluso la del mismo Dios.
Para ello se utilizan oraciones, salmos, conjuros, que se aprenden de memoria para casos de emergencia o necesidad, como calmar las tormentas y sus temidos rayos, contra el pedrisco que arruina las cosechas o incluso necesidades tan mundanas como encontrar algún objeto perdido.
Sin embargo, es en el terreno de lo sobrenatural donde se evidencian más profundamente estas creencias ancestrales, Se invoca a lo divino para defenderse de las brujas, del mal de ojo, de la mala suerte y sobre todo de las fuerzas del Mal. El diablo, el maligno, el demonio, Lucifer, Satanás...

En las campanas más antiguas de la catedral de Astorga ( de los siglos XV- XVI y XVII) podemos encontrar salmos de protección para los habitantes de la ciudad. Los siguientes datos están recogidos del trabajo "Sones y bronces de la catedral de Astorga", de Antonio Sanchez del Barrio:

 La campana conocida popularmente como "La Plegaria" presenta una inscripción en latín con letras góticas mayúsculas "VOX MEA CVNTORUMSIT TEROR DEMONIORUM"  (MI VOZ SEA EL TERROR DE TODOS LOS DEMONIOS).




Otra campana, de las llamadas "feriales" tiene la siguiente inscripción en letras góticas minúsculas, escrita en latín y cuya traducción es la siguiente:
" CRISTO REINA, CRISTO IMPERA. CRISTO NOS DEFIENDA DE TODO MAL"

Otra campana ferial fechada en 1699 con otra inscripción protectora, también en latín que se traduce :
"HE AQUÍ EL MADERO DE LA SANTÍSIMA CRUZ. HUID PARTES ADVERSAS.."

Hay otras dos campanas gemelas utilizadas antaño para anunciar la Pascua y llamadas por tanto "Las Pascualejas" con la misma leyenda "DOMINE CVN IRATVS FUERIS MISERICORDIAE" (SEÑOR, CUANDO ESTÉS ENFADADO CONCEDENOS TU MISERICORDIA"




Por último cabe citar una campana llamada "Bárbara" por estar dedicada a alejar tormentas con el texto en latín: " CON EL AUXILIO DE LA SANTÍSIMA MARÍA DE LA MAJESTAD, A MI, BÁRBARA, EL SEÑOR ME AYUDE PARA ALEJAR LAS DIABÓLICAS TEMPESTADES"

Hay también figuras representando a las fuerzas del mal en la fachada barroca de esta misma catedral. Siempre en actitud de derrota frente a las fuerzas divinas, como son el demonio pisoteado que aparece en la clave del arco, y una alegoría en la que una cigüeña sujeta con su pico una serpiente muerta.





 La cabeza de la culebra y parte del pico del ave han sido destruidos, posiblemente por un balazo a juzgar por un gran desconchón de forma cónica que hay en esa zona. Quizá fueron los franceses en el siglo XIX, pues ningún astorgano osaría disparar contra su catedral.

Es en este contexto donde debemos situar el texto grabado en la piedra que encabeza este post. La zona sobre la que se haya tiene un topónimo revelador : "El Teso de la Cruz". Con mucha probabilidad estuvo allí ubicado un sencillo monumento dedicado a las ánimas y la roca de cuarcita  pudo ser parte de la base de la cruz (en Maragatería los cruceros son humildes cruces de madera que se pudren con el tiempo y desaparecen si no se reponen, en contraposición con los magníficos cruceiros y petos de ánimas gallegos esculpidos en granito).
Nuestros antepasados sabían muy bien que Satanás es la encarnación suprema del mal y que  siempre está ojo avizor para apresar las almas de los muertos. Y que antes de ser el ángel caído fue llamado Lucifer (Luzbel, el portador de la luz), la obra maestra de Dios, tan perfecto que quiso ser como Él y no se dio cuenta que eso era pecado...