domingo, 6 de septiembre de 2015

LOS GRABADOS MEDIEVALES DEL MOLINO BARREÑO


Hace unas semanas recibí un aviso sobre unos grabados muy diferentes a los que hasta ahora han aparecido en Maragatería. Mis amigas Mirian de Cabo e Isasy Cadierno los localizaron en una de sus excursiones.No es extraño este hallazgo por su parte, pues además de haber nacido en la Somoza (son de Lucillo y de Molinaferrera respectivamente) se han involucrado en investigar y descubrir todo aquello que permanece oculto en la sierra del Teleno. No es la primera vez que localizan restos importantes pues no hace mucho descubrieron vestigios relacionados con las explotaciones romanas del oro. Entonces contactaron con Roberto Matías  quien certificó la importancia del hallazgo.

Los grabados a los que hace referencia este post se encuentran situados en la confluencia de dos pequeños arroyos estacionales, ya que en cuanto llegan los calores del verano se secan los dos, dejando visible varias figuras que en invierno permanecen ocultos bajo las aguas.
Hay otros grabados en las rocas cercanas al cauce. El primero de ellos se localiza en un bloque de cuarcita de buen tamaño y aunque coincide con el estilo de los demás, presenta una pátina y acabado de aspecto moderno, como si hubiera sido repasado en épocas actuales. Se trata de un círculo adosado a un semicírculo.


Hay otros dos grabados situados en las pizarras que afloran por encima del cauce. Uno de ellos está incompleto al haberse desprendido la zona superior de la pizarra.Es un símbolo compuesto por un cruciforme adosado a un semicírculo con una línea central, a modo de tridente. Un desconchón superior sugiere que el símbolo pudo tener más tamaño, aunque nunca podremos saber la forma en la que se prolongaba. Pudo ser un círculo completo, pero ahora eso es sólo pura especulación.



La otra figura es también compuesta. Se trata de un cruciforme adosado a un semicírculo. De esta zona inferior parten varias líneas hacia la zona derecha, recordando vagamente una composición similar a las marcas o hierros con los que los ganaderos marcan su ganado, aunque estos símbolos pueden pertenecer a ámbitos totalmente diferentes a los relacionados con la ganadería. Por ejemplo, también guarda cierto parecido con la representación del planeta Saturno.



Situados ya en el cauce del arroyo, Mirian e Isasy localizaron varias figuras grabadas en la roca pulida por las aguas. Los dos primeros se encuentran en una superficie de pizarra. Uno de ellos se compone de dos figuras triangulares que se superponen, formando en la intersección otro triángulo más pequeño. Un trazo horizontal recorre la base de la figura.


Junto a este grabado triangular se encuentra una de las figuras más enigmáticas de la estación rupestre. No tiene mucho tamaño, pues apenas alcanza los 20 cm. de diámetro. Se trata de una cazoleta central de la que parten radialmente ocho líneas que forman una figura con forma de estrella. Todas estas líneas están decoradas en su extremo por otras tantas cazoletas. Su interpretación es complicada, pudiendo ser una representación solar o de otra estrella. 





Cerca de allí hay otras dos figuras, las más grandes en tamaño de la estación. Una de ellas es un círculo con una cruz en su interior. Los surcos tienen una profundidad suficiente para haber resistido el paso del agua en el invierno. A su lado hay otro símbolo compuesto por un cruciforme rematado por un círculo y un semicírculo.







Mirian e Isasy también cayeron en la cuenta de que la mayoría de estos símbolos se pueden asociar con la representación de los planetas. Siguiendo esta teoría, se pueden apreciar claramente los símbolos astronómicos de Mercurio, la Tierra y quizá Saturno. Otro de los símbolos también se parece mucho a Neptuno (en el caso de los dos primeros y el último las figuras son exactas).




Debo confesar que las coincidencias astrológicas son más que evidentes, aunque cueste encajar estos símbolos representados en unas rocas maragatas . El topónimo del lugar es "Molino Barreño", y aunque nadie en la zona recuerda ninguna construcción en la zona, no es descartable la ubicación de un molino hidráulico similar a los que todavía quedan en la comarca. Hay que señalar que el punto donde se localizan los grabados es la confluencia de los arroyos de "Valle Henares" y "Valdellamas". Al arroyo resultante se le denomina "del Obispo", lo que unido al topónimo "Molino Barreño" resulta bastante revelador. No sería tan extraño que un molino fuera emplazado en ese lugar en época medieval, y como suele ser habitual en estos casos las rocas cercanas hubieran sido grabadas con símbolos diversos, aunque la iconografía "astral" no deja de ser extraña en este contexto. Otro misterio más que nos muestra esta Maragatería recia y enigmática.





Sea como fuere, lo que no admite duda es la implicación de las gentes maragatas, como Mirian, Isasy y tantos otros, que viendo el abandono al que las autoridades patrimoniales someten a esta tierra, han decidido ellas mismas sacar a la luz los vestigios de sus antepasados. Sus orígenes.